Castellblanc nació en 1908 fundada por la familia Parera y continuada por sus sucesores, siempre con la vocación de llevar a la copa el arte de la elaboración de los vinos espumosos. Pronto obtuvo reconocimientos a la calidad de sus cavas, como en ocasión de la Exposición Universal de Barcelona, celebrada en 1929.
Situada en el centro de Sant Sadurní d’Anoia desde sus inicios, a finales de los años 70 Castellblanc se trasladó a las afueras de la población debido al crecimiento de la demanda. Las nuevas cavas cuentan con instalaciones modernas y modélicas. La gama de cavas se elabora con las variedades autóctonas -Xarel·lo, Parellada y Macabeo- que representan la tradición clásica. Pero la bodega también aporta innovaciones, como la creación del Rosado dulce, de un elegante color y excelente acompañante para el postre.